VEJEZ Y MALTRATO INSTITUCIONAL.

Las conductas abusivas y negligentes que se encuentran en las residencias y hogares para ancianos son sumamente variadas.

Investigaciones internacionales sobre el tema han tenido en consideración los Standard básicos de privacidad, el cuidado físico y la calidad de vida , la pérdida de la individualidad en el cuidado de los ancianos en los hospitales , las condiciones físicas laborales en los hospitales y  el agotamiento del personal de enfermería y auxiliares (Síndrome de Burnout) los factores de organización que llevan a un standard bajo de cuidado.

Existen otras formas de maltrato, lamentablemente más comunes como: la de deprivación sensorial, la falta de interacción social, la provisión de dietas inadecuadas y un cuidado deficitario de enfermería especialmente en los pacientes terminales.

Asimismo podemos citar4 factores que facilitarían el maltrato y reforzarlo: 1- Los Factores Externos, 2- Los Factores Ambientales, 3- Los Factores Relacionados al Personal, 4- Los Factores Relacionados a los Internados

 *Factores Externos 
Estos serían especialmente relacionados a la existencia y la demanda de camas geriátricas en el área, el índice de desempleo y los salarios.

Un bajo o alto índice de desempleo puede facilitar el poder emplear al personal más o menos calificado. Si los salarios son bajos, el personal tenderá a rotar permanentemente de un empleo hacia otro.

 La jubilación, la pobreza y la restricción de roles y los prejuicios dentro de la comunidad serían otras variables a tener en cuenta para explicar la dependencia de los ancianos y su institucionalización  

 *Factores Ambientales.
El hábitat o ambiente comprende el diseño y estado físico del edificio, la estructura organizacional, la variedad y frecuencia de los servicios y la facilidad de acceso a los recursos económicos.

Los edificios en mal estado de preservación, habitaciones abarrotadas donde no hay espacio vital para cada residente ni baños suficientes; las instituciones que fueron diseñadas en realidad no en base a las necesidades de sus usuarios (internados y personal) ni a su estilo al de vida. 

 La invasión de la privacidad, a veces justificada por la preocupación de la seguridad de los residentes es la norma más que la excepción dentro de las residencias para ancianos (fue el caso de la época de las cuarentenas por Covid)

A veces restricciones innecesarias son impuestas en las personas más hábiles, autónomas y capaces.

 Y por supuesto, el respeto y derecho a la privacidad es solo un factor a tener en cuenta, cuando se consideran los valores que deberían sustentar la provisión de este tipo de cuidados.

Estos otros valores son la dignidad, los derechos humanos, la satisfacción, la posibilidad de elegir y la independencia.

El tema de la sexualidad en esta etapa de la vida, en particular dentro de las instituciones de larga estancia, es otro ejemplo de los estereotipos conflictivos y actitudes por parte de una sociedad en su intento y a veces fracaso, de entender el fenómeno actual de seguir envejeciendo conservando los mismos deseos sexuales a pesar de la edad

 *Factores Relacionados al personal.

Algunos factores importantes estarían dados por: 

1-    La Educación: el personal con bajos niveles de educación tienen una actitud más negativa hacia la vejez, los trabajadores sociales más calificados, en general, se orientan primero a trabajar con niños, luego a salud mental y por último a la vejez.

2-    La Edad: el personal de mayor edad tiene actitudes menos negativas hacia la vejez.

3-    El Status laboral: aparentemente la mayor incidencia de abuso se vio en la categoría de auxiliares de enfermería.

4-    El Agotamiento: (físico-emocional) puede llevar a una falta de preocupación y compromiso con el trabajo  que uno está relacionando

 El maltrato puede ser el síntoma resultante de una institución mal conducida y orientada y tiene más posibilidades de ocurrir si el personal es capacitado inadecuadamente, pobremente apoyado y supervisado y trabaja en una situación de aislamiento laboral.

*Factores Relacionados a los Internados.

1)    La Salud: Niveles altos de discapacidad física y/o mental en las instituciones de tercer nivel cada vez más frecuentes, favorecerían la existencia de maltrato. Esto podría explicarse porque el personal no esté capacitado para hacerse cargo de este tipo de pacientes o porque no desearán trabajar con pacientes tan dependientes.

La capacidad para poder quejarse es importante, como así también la creencia de que a uno lo escuchan cuando uno se queja.

2)    El Aislamiento Social: los residentes que son visitados en forma regular estarían en una situación de menor riesgo (cuidado de la ropa por parte de los familiares, comidas extras, observación de cambios de conducta del internado entre visitas, etc.)

INDICADORES DE ABUSO EN LOS ANCIANOS INSTITUCIONALIZADOS

Algunos pueden ser detectados a través de las historias clínicas, controles de enfermería, records de accidentes, hojas de medicación, etc.

Otros pueden serlo a través de la observación en las visitas realizadas por otros profesionales, amigos y familiares.

-ABUSO FÍSICO

·         Historias de caídas y heridas sin explicación

·         Quemaduras y hematomas

·         Viejos y nuevos hematomas al mismo tiempo

·         Pobre standard de la higiene personal

·         Falta o mal estado de conservación de prótesis (andadores- anteojos- audífonos- dentaduras- etc.)

·         Excesiva repetición de medicamentos o submedicación

·         Pérdida de peso, desnutrición o deshidratación sin una patología de base que lo justifique

-ABUSO PSICOLÓGICO

·         Residentes que impresionan ansiosos, tristes, agitados, retraídos, temerosos

·         Aislamiento de los internados

·         Evidencia en los residentes de poco cuidado en la interacción social

·         Personal que insiste en estar presente todo el tiempo en las entrevistas o imposibilita el acceso al internado

-EXPLOTACIÓN Y ABUSO FINANCIERO

·         Pérdida frecuente de pertenencias y de dinero

·         Imposibilidad de los residentes para comprar elementos esenciales

·         Apropiación deshonesta del manejo personal del dinero de los residentes

·         Firmas en documentos y cheques diferentes a la verdadera firma del sujeto

·         El nivel de cuidado del anciano no corresponde a sus entradas o posibilidades económicas

 MALTRATO

INDICADORES INSTITUCIONALES

·         Alto índice de ausentismo

·         Cambio frecuente de personal

·         Mala relación entre el personal

·         Comunicación escasa entre los residentes, personal, visitantes y directivos

·         Dificultades o demoras en el acceso al lugar

·         Historias clínicas y registros insuficientes

·         Falta de evaluación de la tarea

·         Servicio médico / enfermería / doméstico deficiente

·         Falta de un sistema formal de quejas

·         Conductas agresivas, secretas, inusuales e impredecibles

La prevención de actos de maltrato y negligencia en adultos vulnerables

Hay hechos específicos que deben ser tenidos en cuenta como ser: crear un espacio institucional más abierto, con mayores posibilidades de horarios de visita, con una filosofía de trabajo, sin un régimen autoritario y donde las prácticas institucionales no desvaloricen al anciano ni al personal.

El personal debe ser capacitado gerontologicamente en forma continua para las tareas a desarrollar.

Asimismo se debe averiguar y tener muy en cuenta los antecedentes personales y laborales así como su formación y capacitación previa.

El personal debe ser supervisado en su tarea, familiarizarse y aprender técnicas no solo para poder levantar, sentar, alimentar e higienizar a un anciano correctamente sino también como manejarse con pacientes poco cooperativos y con problemas de conducta.

Las instituciones deben tener un manual de procedimientos, un libro de quejas, y un buzón para sugerencias y comentarios, y ofrecer la información necesaria sobre tratamientos, administración de drogas y formas de contención usadas con residentes problema.

En toda institución debería existir un espacio de reflexión para todo el personal a través de Grupos Balint. Éstos, a cargo de un psicólogo especialista en gerontología,    consisten en poder socializar las problemáticas y ansiedades que surgen en el devenir del transcurso institucional