Pandemia terminó? Yo no lo creo.

El mundo todavía digiere los procesos sociales que se produjeron. Las relaciones interpersonales ya se venían perfilando de otro modo desde antes. Ya existía el chat , vale decir, la conversación mediatizada por un cristal.

General 26 de septiembre de 2022 lahoradensatanfe lahoradensatanfe

Con el virus, las redes explotaron y también la necesidad de contacto aunque no fuera más que virtual.

El virus estableció muros invisibles entre las personas. Aún hoy, al ingresar a un espacio cerrado se percibe la incomodidad de desconocer el código : cómo se saluda? con el puño? , con un beso en la mejilla? desde lejos levantando la mano?

Se resignificó el paradigma de lo que cada uno espera del otro.

Y el uso del barbijo que para algunos se volvió un hábito adquirido con el fin de no demostrar las expresiones reales de su cara?

El afecto comenzó a demostrarse diferente? Con un like? Con un emoji? El cambio generó un caos.

Si comprendiéramos el valor de un minuto, entenderíamos todo lo que dura tomando como punto de partida que el tiempo es relativo; no es lo mismo un minuto en la playa tomando sol que un minuto para que nos haga efecto la anestesia que inyectó el odontólogo. O cuando estás haciendo plancha en el gimnasio ,ese minuto se vuelve eterno porque sentís que las abdominales te queman.

Es algo así como establecer una diferencia entre precio y valor.

Un vaso de agua, en la vida cotidiana tiene precio pero el valor es relativo. En el medio del desierto no tiene precio y el valor es incalculable.

En la Antigua Grecia, Platón conversaba con sus alumnos sobre la arethé como punto máximo de una expresión o excelencia de algo o alguien. Esta idea se relativizaba porque para algunos tenía que ver con la familia, para otros , con el dinero y para otros , con el bien común.

Algo similar ocurre con el concepto de felicidad y creo que están ligados. Lo que para unos representa el momento máximo de excelencia o disfrute , para otros es vida fútil.

Personalmente, pienso que la pandemia le dio al momento presente el valor de un vaso de agua en el desierto, lo volvió único , irrepetible y precioso.

Todo depende del parámetro que utilice cada uno. Y de lo que signifiquen para cada individuo, la excelencia y la felicidad.

Si deconstruimos…que sea para reconstruir.

Cuídense! La vida es muy corta para desperdiciar el momento presente.

Con amor

Cintia Lo

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